Edad Sol

Qué bonita es la soledad cuando queremos que llegue y más aún si sabe aconsejarnos. 

La soledad no es tristeza, es una oportunidad

 para hacernos valer y no estar acompañado

por temor a ella. 

Es despertar y aprender a desmenuzar al día, a la semana, a los meses solita como aquella estrella que asoma cada noche y completa al paisaje de una noche oscura. 

Es darse cuenta de detalles que se convierten en muchas cosas de la vida. Y, es dejar de darse cuenta por lo demás. 

Es como una sola taza  de chocolate nada más o el intento de cada noche: el de atrapar al sueño solita... 

Sin embargo, no es tóxica cuando no sabemos qué necesitamos en la vida, al contrario, es adictiva.