Para las flores anónimas
Yo, cómo todos del reino vegetal, no nací de la nada. Mi cuerpito está hecho de sales minerales y clorofila. Gracias a la unión de nuestro padre SOL y nuestra madre tierra.
No me imagino lo que sería haber nacido un poco más hacia la izquierda o un poco más al sur, por ejemplo , porque no sé lo que es la diferencia.
Cuando sentí por primera vez al aire, no sabía a dónde refugiarme y cuando me mojé completamente ni os cuento. Por un lado lo agradecía pero por otro me hubiese gustado esconderme bajo tierra, aunque de ahí vengo.
Desconozco lo que es caminar , y sin embargo es lo que veo cada día: gente que camina y encima caminan de una forma robusta y seria.
También ignoro el hecho de hablar. Si pudiera hacerlo , me pasaría todo el rato cantando.
Corta vida tengo en un plano cómo es éste: entre las personas. Tengo familia en lugares vírgenes y me contaron que ahí la vida se alarga un pelín más. Y les creo, pero mis semillas están escritas aquí.
Yael Herczeg



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