XV
Hoy, después de mucho, volví a bailar un tango.
Se me erizó la piel y mi mano derecha buscaba acomodarse entre tú palma izquierda
Todo esto porque sé que para mí, el tango es un pasado en mi vida, al cual, como dicen: " el tango siempre espera "...
O sea, que al pasado lo puedo deshacer en el presente.
Y a todo esto, cuando pasaron los tres minutos, me percaté que la escoba y yo bailamos sobre un suelo estéril y desconocido por ti.


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