Escrito XIV
Cierro los ojos y lo veo todo más claro: demasiada luz me confunde y me hace estar mal cuando todo va bien.
Y, por qué?
No lo sé...
Cuando el cielo no tiene nubes, las cabezas se atreven a crecer y el veneno se vuelve infinito.
Así, cierro los ojos y lo veo todo más claro.
Es así como me vuelvo más cobarde y feliz.
Herczeg Yael



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