Lo fácil cuesta más... Después.

  Bajar cuesta más que subir 

Y volver, también cuesta más que ir.

Para el que se queda, se le hace más difícil que para el que se va: 

El que se queda lo verá todo a través de los ojos del que se fue... Pero el que se fue, verá más ojos y diferentes horizontes.

Mantener el fuego constante cuesta más que hacer fuego. 

Como desenamorarse se hace más cuesta arriba ( o, abajo) que sentir mariposas en la panza.

Sin embargo, prefiero el sudor a la latencia.

Prefiero el cambio a la monotonía.

.Prefiero quedarme y comerme todos los pecados uno por uno antes que irme y volver con nuevos horizontes.

Herczeg Yael