Ojos ciegos mas piel sensible
Si no hallo a la felicidad, tal vez será que ella misma se encuentra en cada instante de nuestra vida.
Aquél instante cuando me dices que me vienes a ver, momento en el que viajo a verte o hasta cuando vuelcas el mate para "sacarle" el polvo...
Son momentos en los que soy feliz. También me llena de alegría al pensar que puedo recorrer el mundo. Ya ves: tengo dos pies hermosos que fabricaron mis padres y aprendí a caminar con ellos por todos aquéllos que ya no pueden hacerlo.
Estoy orgullosa de mis padres que solitos se encargan de colorear a la vida.
De mis hermanos, que por cierto, los conozco poco pero apuesto a lo que quieras que cada uno de ellos son personas honradas y bellas. Cada uno formando un camino. Dejando una huella en el planeta. Tengo que admitir que al pensar que algún día visitaré a mi hermana, a Edinburgh, me viene una sensación bonita. Por cierto, me contenta que haya salido por fin de un país confusinfuturoalgunobonitoxfueraperovacíoxdentro…!!!
Feliz cuando me tomas de la mano y me mueves hacía un tango todos los 23.
Hermoso cuando tomo de tu humilde mate mientras escuchas mis historias basadas en hechos reales y culminamos con documentales de la 2.
Bello cuando te espero fuera del hospital y te acribillo con las famosas madalenas de kamut con pepitas de chocolate.
Más aun: inesperado cuando los viernes por la tarde mis cuerdas vocales van calentándose para cantar y sacar de mi panza todo lo que durante la semana fui masticando... único, no?
Más único aun cuando como tu arroz: caramba! Lo hago igual mas no me sale como a ti! Tal vez sea porque mi corazón no es el tuyo, y el tuyo es único como tu arroz. O tu ensalada de fruta, tu sopa tailandesa o como tus mates que me mandan enseguida a dónde tú sabes bien... o cuando sabemos llorar y reír a la vez. Pero, y si no fuera por éstos momentos ?
Feliz cuando me voy aproximando al pueblo de leñas y me perfuma hasta la ropa interior, si es que llevo... Y más: la felicidad perdura cuando me alejo de ti porque estás concentrado con el ajo, el aceite y la yema de huevo. Ah! Y el momento es, la primera cucharada de tu sopa de "Galets" y el último bocado de la butifarra de Can Ginesta. Te confirmo algo: nada más escribir lo anterior, se me hace la boca de agua...
Contenta cuando despierto, pero más feliz cuando me acuesto y empiezo a soñar: es cuando el dolor existe, pero duele menos o ni me entero. Me encanta dormir, para mí eso también es vivir, vaya! Dormir es vida!
Por todo este poquito y de más: dejaré de buscar a la felicidad y me convertiré en un plato delicioso para ella!



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