El jalá desde mis manos
Cuando era más pequeña, me llamaba la atención la forma tan peculiar que tiene el cuerpo de mi mamá y de muchas otras mujeres del planeta. Hoy, yo también tengo esa forma, fruto de ella.
O quizá de mi abuelo Julio, judío húngaro y además: director de teatro y de su vida. Un hombre con ideas claras y que entendía las bromas naturalmente. Todo esto, según mi mamá que tanto compartió con él.
También me llamaban la atención aquéllos hombres que iban de negro completamente con la barba pelirroja y una napia bien puesta. O más aun, cuando los viernes sus vidas hacían un parálisis por completo hasta el día siguiente, sábado tarde. Todas estas curiosidades, hoy pasan y ya me resulta todo más familiar.
Os cuento: en mi adolescencia, en vez de ser una "teen-ager" típica, resultaba ser atípica: No salía, no me emborrachaba y con mis padres me llevaba la mar de bien... Por supuesto que mis aventuras amorosas nos las pude negar, además complicadas porque todo lo complicado que tenemos en la vida es porque nosotros mismos elegimos que lo sea.
Hoy en día lo como, siempre que se pueda, los viernes. Aunque el jalá cae bien tanto viernes como lunes o miércoles. Es por eso que pienso que debería ser atemporal, como todas las ideologías deberían ser libres, sin ser juzgadas, sin más. Por eso os digo: haced lo que se os de la gana, sed lo que se os salga por ahí abajo o por arriba, por donde queráis... Pero que no os importe lo que piense ni el derecho ni el izquierdo siempre que el corazón mande.
O quizá de mi abuelo Julio, judío húngaro y además: director de teatro y de su vida. Un hombre con ideas claras y que entendía las bromas naturalmente. Todo esto, según mi mamá que tanto compartió con él.
También me llamaban la atención aquéllos hombres que iban de negro completamente con la barba pelirroja y una napia bien puesta. O más aun, cuando los viernes sus vidas hacían un parálisis por completo hasta el día siguiente, sábado tarde. Todas estas curiosidades, hoy pasan y ya me resulta todo más familiar.
Os cuento: en mi adolescencia, en vez de ser una "teen-ager" típica, resultaba ser atípica: No salía, no me emborrachaba y con mis padres me llevaba la mar de bien... Por supuesto que mis aventuras amorosas nos las pude negar, además complicadas porque todo lo complicado que tenemos en la vida es porque nosotros mismos elegimos que lo sea.
Bien, sigamos...
En realidad, me interesaba la repostería en general y el mundo del pan porque pensaba: si existe el horno y tengo manos, puedo hacerlo yo misma y además con amor. Así fue como la primera vez que lo hice mi mamá se sorprendió de lo rico que me salió. También debo decir que hubieron veces en las que se lo terminaba comiendo Tuna, una perra atípica que se comía desde lo comestible hasta lo no comestible...
La masa pasó por muchas manos, hasta enseñé a hacerla y por si fuera poco, en Argentina, permitió ganarme la vida con ello, cada viernes.
Hoy en día lo como, siempre que se pueda, los viernes. Aunque el jalá cae bien tanto viernes como lunes o miércoles. Es por eso que pienso que debería ser atemporal, como todas las ideologías deberían ser libres, sin ser juzgadas, sin más. Por eso os digo: haced lo que se os de la gana, sed lo que se os salga por ahí abajo o por arriba, por donde queráis... Pero que no os importe lo que piense ni el derecho ni el izquierdo siempre que el corazón mande.
Todos somos parte de ésta historia.
Y ésta es la razón por la que me siento bien ser Yael Miriam Geli Herczeg: guy, musulmana, lesbiana, ladrona, budista, puta, nazi, happy flower, cristiana, mala, buena, santa, insana pero ante todo judía de sangre y jalá de ideología.
PD: No eres el mejor pan pero cuando te como sí lo eres. Baruj atá…
GRACIAS
Made by Lior Fabi



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