Escrito XXIV

 Tengo el mismo bolsillo que hace un par de años y todavía sigue con la misma función: guardar miedos y olvidarlos... 

Es como el corazón que me di cuenta que tengo el mismo que ayer y sin embargo, me cuenta que late diferente.

Así como mis ojos que son los mismos que te vieron y hoy te ven diferente: cambiaron mis ojos o cambiaste tú? 

Mis manos que junto a mí, van creciendo y se van llenando de heridas: manos con poca experiencia pero muchas huellas 

Y es así como ayer huía de mí, echaba a correr y el túnel se parecía cada vez más a un atolladero. En el cuál aprendí a no pedir siempre de tu ayuda porque entendí que la vida se trata de eso : enterarse, masticarlo y enterrarse. Hoy planto cara .

A que no siempre podemos permanecer iguales: las hojas y las flores cambian, las notas en la partitura de repente, cambian y yo? Cómo no me voy a consentir otros aires? 

Herczeg Yael 


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