XIX

 Caminar y sentir la piedra afilada y helada con mis pies descalzos me dice que soy libre y rica.     

Qué no es necesario subirse a los hombros de nadie para ver más y enterarse de todo más porque a veces , y casi siempre, saber mucho  nos saca un poco de nuestra cordura.

Verme en un espejo distinto cada vez que empiezo el día también me dice mucho: son los mismos ojos de siempre en situaciones diferentes en una sola y única vida, que no resisten, al contrario, persisten . 

Que tampoco es necesario desfilar ante tantos ojos ajenos para ser vista cuando esa no es la intención. 

Cuando la intención es ser real sin máscaras ni trajes, todo lo demás sobra: zapatos en la tierra fértil, espejos frente a unos ojos transparentes... 

Lo demás es un cuento