El nombre y la razón de todo
Las cajas sirven para guardar recuerdos y perder de vista a otros... Y las barandas para diferenciar entre la libertad y la predestinación.
La palabra sirve para aclarar a lo borroso, y la lluvia para despejar sueños frustrados. Mi cuerpo sirve para estar presente en el aquí y en el ahora. Mis manos para agarrarme fuerte a mi vida y soltar libertades. Una montaña nos dice que detrás de ella hay una aún más grande e imponente. Un rio nos enseña a amar mucho y cuando llega al mar, a darlo todo sin miedo, porque el miedo nos destroza. Una puerta cerrada nos grita que siempre tendremos una ventana por la cuál huir. Mi boca sirve para besar a todas las bocas del mundo hasta encontrar la tuya y empezar a darte mi mano. De la que te hablé antes, con las que agarro todo y suelto a la libertad.
Y, el aire, nos susurra de que aprendamos a liberarnos de las cuatro paredes. Porque las paredes que nos rodean creen que nos definen. Porque tú crees que estás aquí para significar algo. Y no, pero equivocarte, te recuerdo que sirve para que aprendas. De que el aire te define y siempre te esperará :allá a donde estés, serás libre...


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