Niña en adulta
No.
Es que no pienso dejar que la incrédula de adulta que se asoma por mi cuerpo y mi alma , mate a la niña que llevo dentro de mí.
No a las cuentas, no a los bancos, a los seguros de cualquier tipo, nada de eso. Tampoco a las responsabilidades que para los adultos lo son y para mí, son pura vida.
Como antes: que la ilusión perdure en los sueños más pequeños y que lleve todo brillantinas en esta vida, o a caso: solo es para los jóvenes?
Me doy cuenta que lo maduro, lo adulto, lo pensado y reflexionado lo pudre todo. En cambio, lo instantáneo, lo ingenuo y vulnerable lo hace todo más a flor de piel.
Entonces, es más bello pensar que realmente viene el ratón Pérez a recoger el diente y a dejar un regalito, a que son todo cuentas y dinero... monedas inventadas por los adultos.
No.
Quisiera volver a nacer y perdurar para casi siempre la niña de antes.



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