Obra
Es una obra infinita. Infinitas las pestañas que tengo, que gracias a ella, no sé cómo,pero por más dañadas que estén en éste jardín bodrio , aparecen,crecen, desaparecen y se convierten en lágrimas que una vez más, la realidad sabe pintar sobre la cara.
Todavía no sé de cuál obra se trata, quizás de una niña llorona , quizás de una realidad triste, quizás de lo que les apetezca ver y leer...
Al final, sé que esos labios partidos saben más que mi voz y mi puño.
Al fin y al cabo, degustan diferentes labios. Al fin, vive vidas distintas en casi un cuarto de vida que lleva en vida viva en un mundo que , seguramente,como una estrella y fugaz, cada vez más,va desvaneciendo.
Herczeg Yael



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