Todos somos iguales hasta que...


 Y es más que cierta y exacta la naturaleza y más expuesta, más misteriosa toda ella...


Que una personita sea igual a todos hasta el momento de besar a la vida, ahí, se nota cuando se trata de una mujer o de un hombre.

Antes las riendas se tomaban con consentimiento de otro, hoy, las tomamos bajo nuestro criterio, cual libertad se volviera cada vez más peligrosa porque, el ser humano no conoce límites. 


Hoy una mujer es capaz de voltear con besos a todos y a todas, y sigue siendo ella, tan luchadora y tan impar, que nunca buscará lo fiel. 

La intención no es subestimar al hombre ni apreciar a la mujer: hoy somos lo que somos gracias a nuestra capacidad de libre albedrío...


Mas, cómo lo percibo siendo mujer entre tantos hombres?



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