Erre de Corrazón
Menos mal que somos libres de cometer errores tanto ortográficos como personales o anormales. Menos mal que por eso no nos castigan y no nos castigamos. Menos mal que por esto no nos estresamos o no se estresan los demás por mí. Menos mal que nadie me espera en la puerta de mi casa con una regla para darme un buen golpe en los dedos.
Aunque, no enseñaría mis dedos , entregaría mi boca, aquélla que no sabe callar en momentos en los que más vale callarse.
Pero, menos mal, porque entonces lo que para ti es correcto, para mí puede ser un gran eror. Y digo eror. Erre de eror, me gusta. O al revés, lo que para mí puede ser correctísimo, para ti puede ser un grave error. De aquéllos en los que por más que te mueras, no te olvidarás.
Qué absurdo, no? El ser humano, tan absurdo. Tan incomprensible. Tan correcto en el error que cuando se tiene todo se está por poner mal y cuándo le falta algo, casi que se está por poner bien. Meramente bien.
Entonces, digo erre de Corrazón. Aquéllo que solo nos sirve si nos queremos. O sea, por más que te quieran, te amen, te sueñen, te bendigan o X, de nada sirve si no te quierres. Porque hay algo que te falta. Perro aquello que te falta tal vez será lo que mañana te faltará realmente y hoy solo es tu imaginación la que vaga por aquello.
Menos mal que somos libres de cometer errores.
Mal menos.
Aunque, no enseñaría mis dedos , entregaría mi boca, aquélla que no sabe callar en momentos en los que más vale callarse.
Pero, menos mal, porque entonces lo que para ti es correcto, para mí puede ser un gran eror. Y digo eror. Erre de eror, me gusta. O al revés, lo que para mí puede ser correctísimo, para ti puede ser un grave error. De aquéllos en los que por más que te mueras, no te olvidarás.
Qué absurdo, no? El ser humano, tan absurdo. Tan incomprensible. Tan correcto en el error que cuando se tiene todo se está por poner mal y cuándo le falta algo, casi que se está por poner bien. Meramente bien.
Entonces, digo erre de Corrazón. Aquéllo que solo nos sirve si nos queremos. O sea, por más que te quieran, te amen, te sueñen, te bendigan o X, de nada sirve si no te quierres. Porque hay algo que te falta. Perro aquello que te falta tal vez será lo que mañana te faltará realmente y hoy solo es tu imaginación la que vaga por aquello.
Menos mal que somos libres de cometer errores.
Mal menos.


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